Vamos a ganar las elecciones, es lo que dicen los candidatos a las próximas elecciones, estamos metidos de  nuevo en otra campaña electoral, cuando aún no nos hemos repuesto de las últimas  y ya tenemos otras encima de la cabeza. Lo que más me gusta de estar en campaña electoral son las encuestas, ya que hay candidatos que tienen un porcentaje tan bajo que ni siquiera aparecen en el gráfico. O de los que cambian de opinión cada semana según lo que diga la gente. O de los que prometen cosas imposibles como acabar con la pobreza, la corrupción y el cambio climático en un solo mandato. O de los que se pelean entre ellos por cualquier tontería. O de los que se inventan datos falsos para engañar a los votantes. O de los que… bueno, de todo hay como en la viña del señor.

Por cierto, las encuestas electorales son como las predicciones del tiempo: nunca aciertan, pero todos las consultan. Y es que las encuestas son una forma de medir la opinión pública, pero también de influirla. Algunos dicen que las encuestas son manipuladas por los medios de comunicación, otros que son una herramienta democrática. Lo cierto es que las encuestas son tan fiables como el candidato que las encarga. Así que la próxima vez que veas una encuesta electoral, no te la tomes muy en serio. Mejor espera a los resultados oficiales, o mejor aún, ¡vota!

Es muy divertido escuchar a los candidatos decir que van a ganar las elecciones. Parece que todos viven en un mundo de fantasía. Algunos dicen que tienen el apoyo de la mayoría, otros que son la única alternativa, y otros que son los elegidos por el destino. Pero lo cierto es que nadie sabe lo que va a pasar el día de la votación. Lo único seguro es que habrá sorpresas, decepciones y memes.

Tras un recuento electoral, solo importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores.