Esta frase está sonando desde el sábado en nuestra mente. Una resaca emocional es lo que te queda después de vivir un acontecimiento en el que se ha puesto mucho trabajo, ilusión, y ganas, durante muchos meses, esperando y deseando de que todo salga a la perfección. Es el caso de mis sobrinos que han culminado su enlace este sábado.
Este sábado por fin llegó y estuvimos en la deseada boda pero entre que nos dio la madrugá volviendo a casa y el cansancio típico de la boda ayer domingo no estuve lo suficientemente con ánimos y fuerzas para escribir nada, pero hoy lunes que prácticamente ya nos hemos repuesto del cansancio y de la resaca sí que me apetecía felicitarlos de nuevo.
La boda fue un día muy especial para los contrayentes y para los invitados ya que se cumplió la norma de que de una boda sale otra, con independencia de la anécdota, todos salimos encantados,nos emocionamos con su forma de casarse por el ritual celta, comimos, y bailamos bajo la lluvia. No ha sido una boda de lujo, si no un lujo de boda.
Les deseamos lo mejor. Que sean muy felices y que nunca pierdan la sonrisa. Que se apoyen mutuamente. Que se diviertan juntos. Que se amen con locura y que se cuiden mucho. Y sobre todo, que nunca olviden este día, el día en que sellaron amor eterno frente a todos nosotros.