
La locura y chaladura de Putin no tiene cura, solo a un loco se le puede ocurrir convocar un referéndum en unas regiones Ucranianas ocupadas por Rusia, saltándose todos los principios democráticos de unas elecciones libres y sin coacciones.
Los militares han sacado a los vecinos de sus viviendas y les han obligado a ir a votar a punta de fusil, incluso han instalado urnas en la calle para que votaran todos los transeúntes.
Y aunque ya se ha anexionado 4 provincias Ucranianas, los resultados de estos referendos, no han sido reconocidos por ningún país del mundo. «Cuando un tonto coge una vereda, se acaba la vereda y sigue el tonto…»
Este referéndum forma parte de una estrategia del » cara de pito de feria « para tratar de frenar el avance de las tropas ucranianas, que se encuentran en plena contraofensiva, y sobre todo, para acallar las críticas internas del sector más ultranacionalista de Rusia tras la humillante derrota en la región de Jarkov.
Si los propios ciudadanos rusos no son capaces de apartarlo del poder o ejecutarlo, ( cómo él ejecuta a los que les molesta ) tenemos guerra para rato.