
Si nos paramos a pensar antes de la pandemia el mundo tenía problemas, vino la pandemia y se paró el mundo, nos quedamos encerrados, los negocios cerraron y como el miedo es libre, cada cual teníamos el nuestro, por lo pronto, la pandemia sigue estando y parece ser que nunca nos va a abandonar, pero de momento, ya hemos normalizado la nueva normalidad.
Tras esto llegó la guerra que ha transformado todavía más al mundo y de una manera o de otra está afectando a todo el planeta, ya que la paz mundial cada vez pende de un hilo más fino y débil.
Parece ser que el camino que llevamos pandemias, guerras, hambruna, cambio climático, inflación y en el horizonte empieza a aparecer una recesión, por lo que el barco ha pasado de hacer aguas a hundirse, al final vamos todos en el mismo barco y no creo que haya salvavidas para todos o probablemente para ninguno, por lo que nos ponemos todos a achicar agua o irremediablemente nos hundiremos como sociedad civilizada.
El Titanic chocó contra el iceberg no porque no pudieran verlo venir, sino porque no podían cambiar de dirección.