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Que traducido al español significa vuelo de celebridades, donde podemos ver el ránking de los ricos y famosos que más contaminan en el mundo.
El nivel de ingresos está relacionado con la contaminación del planeta de una manera muy curiosa. Resulta que cuanto más dinero tiene la gente, más cosas compra, más viaja y más recursos consume. Y todo eso genera más basura, más emisiones y más huella ecológica. Es como si el dinero fuera una especie de combustible que hace funcionar la máquina de destruir el planeta.
Todos estos personajes viajan en jet privado, un medio de transporte que contamina mucho más que un avión comercial que transporta a mucha más gente. ¿No les da vergüenza contribuir al cambio climático? ¿No se dan cuenta de que son unos hipócritas que solo piensan en su comodidad y su lujo? ¿No les molesta el ruido de los motores que ensordece a los habitantes de las zonas cercanas a los aeropuertos?. Viajar en jet privado es una falta de respeto al planeta y a la humanidad. Es una actitud egoísta, irresponsable e inmoral. Y encima es caro y consume muchos recursos. ¿No sería mejor invertir ese dinero en causas nobles, en proyectos sociales, en educación y salud?. ¿No sería más divertido compartir el viaje con otras personas, conocer gente nueva, disfrutar del paisaje? Claro que sí. Por eso, desde aquí, les lanzo un reto a los que viajan en jet privado: Dejen de hacerlo, apaguen sus motores, bajen de sus nubes, vuelvan a la realidad. Y si no lo hacen, al menos no nos den lecciones de cómo vivir. Porque ustedes son el problema, no la solución.