El consumismo es el opio del pueblo.

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El consumismo: el opio moderno que no te deja escapar de las compras online.

Vivimos en una época donde el sonido del carrito de compras virtual es más adictivo que el de la cafetera por la mañana. Si Marx estuviera aquí, probablemente diría: «El consumismo es el opio del pueblo», y lo diría mientras pide un trípode ajustable para su teléfono porque tiene que grabar un TikTok.

El consumismo nos ha convertido en auténticos exploradores del retail. ¿Necesitamos realmente esa funda de teléfono con forma de aguacate o ese dispensador de jabón que canta? No, pero lo compramos porque, honestamente, ¿quién no quiere un poco de entretenimiento en el lavabo? Comprar es una aventura, como un safari, pero con Wi-Fi y menos leones.

El «subidón» de la compra

Cada paquete que llega a casa es como Navidad… aunque sea septiembre. Abrir un paquete es una lotería emocional: «¿Qué compré esta vez? Oh, mira, 300 clips de papel en forma de flamenco. ¡Justo lo que necesitaba para sentirme productivo!» Pero ese subidón solo dura unos minutos, hasta que empiezas a dudar de tus decisiones vitales.

Adicciones modernas

Nuestros abuelos coleccionaban estampillas; nosotros coleccionamos pulseras fitness que no usamos, suscripciones a servicios de streaming que ni siquiera recordamos y gadgets de cocina que prometen hacer «la mejor tortilla del mundo» pero que terminan como pisapapeles.

¿Un antídoto?

A veces, en medio de todo esto, intentamos «desintoxicarnos». Dejamos de mirar ofertas, desinstalamos apps de compras… solo para caer en el «yo nunca quise, pero estaba rebajado». Pero oye, somos humanos. Y si una oferta del 50% en zapatillas que cambian de color no es tentadora, entonces, ¿qué lo es?

En resumen, el consumismo no es solo un opio; es un show, un drama y una comedia en un mundo donde «añadir al carrito» es la frase más peligrosa de nuestra generación. Pero, seamos sinceros, ¿quién no adora un poquito de «dopamina Prime» de vez en cuando?

 

«¡Salva al planeta! Compra una bolsa reutilizable… y ya de paso, llénala de cosas innecesarias.»

Si todo el mundo habla…

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Si todo el mundo habla, hablara, o hablase de lo que entiende… ¿Sé acabarían las conversaciones?

Manuel Azaña, además de ser un hombre serio y comprometido con su tiempo, nos dejó frases que, vistas desde otro ángulo, tienen un potencial humorístico delicioso. Tomemos, por ejemplo, su idea: “Si todo el mundo hablara de lo que ….”. Vamos a diseccionarla con un poquito de humor (y cariño, claro).

El silencio nunca fue tan atractivo. Imaginemos por un momento que Azaña se sale con la suya y todo el mundo solo habla de lo que realmente entiende. Las reuniones familiares durarían 10 minutos, máximo. Los debates televisivos… bueno, desaparecerían directamente. Y Twitter sería un oasis de calma. ¿Quién podría quejarse?

Pero, claro, si aplicamos esta regla, ¿qué pasaría con los debates interminables sobre fútbol en la oficina? Porque, admitámoslo, saber gritar “¡fuera de juego!”, no equivale a entender la regla,  (que, según mi teoría, cambia cada vez que pestañeamos). ¿Y los amigos y «cuñaos» que opinan sobre política como si tuvieran una bola de cristal? Tendríamos que llenar ese vacío con un karaoke improvisado o, peor aún, con un baile temático.

El arte de hablar sin saber. La realidad es que hablar sin saber es, para muchos, un deporte nacional. Azaña subestimó la creatividad humana: podemos charlar durante horas sobre cualquier cosa, desde el clima (¿quién no ha dicho “parece que va a llover” mirando un cielo despejado?) hasta teorías conspirativas dignas del mejor guion de Hollywood.

Además, ¿qué sería de nuestras queridas reuniones sociales sin esas anécdotas de “un amigo me dijo que…”, que vienen sin pruebas ni fundamento? El universo colapsaría, eso está claro.

¿Una solución para la felicidad? Tal vez Azaña solo quería paz y un poquito de lógica. Pero seamos sinceros: si todo el mundo hablara únicamente de lo que entiende, nos privaríamos de los grandes momentos de confusión colectiva que nos unen como especie. ¿De verdad queremos un mundo sin conversaciones absurdas ni discusiones acaloradas sobre qué animal ganaría en una pelea, un oso o un tiburón?

En conclusión, podemos admirar la sabiduría de Azaña, pero también agradecer que no seguimos esta norma al pie de la letra. Porque, al final del día, hablar de lo que no entendemos nos recuerda algo importante: que el ser humano, aunque no siempre brille por su lógica, es maravillosamente entretenido.

 

Si los españoles habláramos solo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar.  » Manuel Azaña»

Nuevo orden, para más desorden?

maleta

 

El reciente acercamiento entre Donald Trump ( Sr. Trompeta para los amigos ) y Vladimir Putin  ( Sr. hijo de Putin para los enemigos ), ha generado un gran revuelo en la arena internacional. Este inesperado giro en la política exterior de Estados Unidos ha llevado a muchos a preguntarnos , cómo podría afectar al equilibrio de poder global, y a la paz  en un mundo ya de po sí desequilibrado.

En el mundo de la política, hemos visto alianzas sorprendentes, pero ninguna tan peculiar como la relación entre Donald Trump y Vladimir Putin. Este dúo dinámico y diabólico,  nos ha dejado a muchos rascándonos la cabeza y preguntándonos si estamos viendo una película de comedia romántica o un drama político.

Desde el primer encuentro, fue evidente que había una chispa entre ellos. Trump, con su característico peinado y su bronceado inconfundible, y Putin, con su mirada de acero y su habilidad para montar a caballo sin camisa, parecían destinados a ser amigos.  Amor, a primera vista?

Imaginemos por un momento cómo sería un día típico en la vida de estos, » dos burros hartos de potaje nuclear». Trump, con su característico peinado y su bronceado, se despierta temprano en la Casa Blanca. Mientras tanto, en el Kremlin, Putin se levanta después de una intensa sesión de judo y monta a caballo por la estepa rusa. ¡Qué contraste!

Un día, Trump decide llamar a Putin para invitarlo a una partida de golf en uno de sus campos de lujo. Putin, siempre dispuesto a probar cosas nuevas, acepta la invitación. Así que, ahí los tenemos, dos de los pataletos más poderosos del mundo, jugando al golf y discutiendo sobre política internacional entre hoyos.

Durante la partida, Trump no puede evitar hacer algunos comentarios graciosos. «Vlad, ¿alguna vez has pensado en abrir un campo de golf en Siberia? Podríamos llamarlo ‘Putin’s Paradise'». Putin, con su habitual seriedad, responde: «Donald, prefiero los deportes más extremos, como el judo y la pesca en hielo».

Después de la partida de golf, deciden ir a cenar a un restaurante de lujo. Trump, conocido por su amor por la comida rápida, sugiere pedir hamburguesas y papas fritas. Putin, por otro lado, propone un banquete de caviar y vodka. Al final, optan por una combinación de ambos, creando un menú único y extravagante.

La cena transcurre entre risas y anécdotas. Trump cuenta historias sobre sus días en el mundo de los negocios, mientras que Putin comparte sus aventuras en la KGB. A pesar de sus diferencias, encuentran un terreno común en su amor por el poder dictatorial y la grandeza.

En resumen, el acercamiento entre Donald Trump y Vladimir Putin es una historia que nos recuerda que, incluso en el mundo de la política, puede haber espacio para la amistad y el humor. Y quién sabe, tal vez algún día veamos una película basada en su relación, con un título como «Dos presidentes y un destino».

 

No existe bestia en el mundo más peligrosa que un pataleto con poder.

Héroes… Legendarios, influyentes y Místicos.

Héroes del silencio

          Héroes del Silencio: Una Banda Legendaria que Marcó una Época

Tras una visita fugaz a Zaragoza el maldito duende que llevamos en la cabeza me ha recordado a esta banda  Héroes del Silencio que han logrado dejar una huella tan profunda en la escena musical. Esta icónica formación de rock española no solo marcó la música de los años 80 y 90, sino que también trascendió fronteras, ganando seguidores en todo el mundo.

Héroes del Silencio se formó en 1984 en Zaragoza. La banda estaba capitaneada por Enrique Bunbury, pero ya  desde sus primeros pasos, su estilo distintivo y sus letras profundas capturaron la atención del público.

A lo largo de su carrera, Héroes del Silencio lanzó varios álbumes que se convirtieron en clásicos. Entre ellos destacan:

  • «El Mar No Cesa» (1988): Su primer álbum de estudio que les abrió las puertas al éxito.
  • «Senderos de Traición» (1990): Con este álbum lograron consolidarse en la escena musical y obtener reconocimiento internacional.
  • «El Espíritu del Vino» (1993): Un disco que mostró una evolución en su sonido, con temas más complejos y profundos.
  • «Avalancha» (1995): Su último álbum de estudio antes de su separación, que dejó un legado imborrable.

Una de las características más destacadas de Héroes del Silencio son sus letras, escritas principalmente por Enrique Bunbury. Estas letras combinan poesía, introspección y crítica social, creando un vínculo especial con sus fans.

Las giras de Héroes del Silencio fueron auténticos eventos. Su energía en el escenario y la conexión con el público hicieron de cada concierto una experiencia única. Uno de los momentos más emblemáticos fue su gira de despedida en 2007, donde demostraron que su magia seguía intacta.

Aunque la banda se separó en 1996, su legado sigue vivo. Sus canciones continúan siendo escuchadas por nuevas generaciones y su influencia se siente en numerosos artistas. En 2007, realizaron una gira de reunión que fue un rotundo éxito, confirmando que Héroes del Silencio siempre será una parte fundamental de la historia del rock.

Héroes del Silencio no es solo una banda o un grupo, es un fenómeno cultural que sigue resonando en el corazón de sus seguidores. Su música, sus letras y su legado son un testimonio de su grandeza y de cómo lograron crear una conexión inquebrantable con su audiencia.

En Zaragoza a 3 de Marzo 2025