Caminando por la vida.

Donald Trump

A pocas horas de que el señor «trompeta» tome de nuevo posesión de su cargo me han venido algunas actuaciones o decisiones que impuso en su anterior legislatura.

Donald Trump ha sido y será, uno de los más controvertidos personajes en la historia reciente de Estados Unidos, Trump ha sido una figura polarizadora, generando tanto fervorosos seguidores como acérrimos detractores.

Uno de los peores aspectos de su mandato ha sido su gestión de la pandemia de COVID-19. Su respuesta tardía y la falta de una estrategia coherente contribuyeron a la propagación del virus y a la pérdida de vidas. Además, su tendencia a difundir información errónea y a minimizar la gravedad de la situación generó confusión y desconfianza entre la población.

Otro desacierto ha sido su política migratoria. Las medidas drásticas, como la separación de familias en la frontera y la construcción del muro con México, han sido vistas por muchos como inhumanas y contrarias a los valores fundamentales de Estados Unidos. Estas políticas no solo afectaron a miles de inmigrantes, sino que también dañaron la imagen del país a nivel internacional.

En el ámbito económico, aunque Trump se jacta de haber impulsado el crecimiento y reducido el desempleo, sus políticas fiscales han sido objeto de debate. La reducción de impuestos a las grandes corporaciones y a los más ricos ha sido criticada por aumentar la desigualdad económica y por no beneficiar significativamente a la clase media y trabajadora.

Finalmente, su estilo de liderazgo ha sido otro foco de críticas. Su uso frecuente de Twitter, actualmente  X,  para atacar a oponentes políticos, periodistas y figuras públicas me parece como poco presidencial y de poco estilo democrático. Además, su retórica incendiaria y su tendencia a descalificar a quienes no están de acuerdo con él han contribuido a un clima de polarización y confrontación en el país.

En resumen, todo un ejemplo a seguir como buen colonialista y rasgos dictatoriales que en pleno siglo XXI  ha dejado y dejará, una marca profunda y controvertida en la sociedad americana. Aunque algunos de sus seguidores lo ven como un líder fuerte y decidido, muchos otros consideran que sus políticas y su estilo de liderazgo han sido perjudiciales para el país. La era Trump será recordada como un período de intensos debates y divisiones, cuyas repercusiones se sentirán durante muchos años.

 

La siesta Española se ríe del sueño Americano