Música emoción o sonido.?

Esta es una pregunta que ha intrigado a muchos filósofos, artistas y científicos a lo largo de la historia. Algunos dirían que la música es una forma de expresar nuestros sentimientos, nuestras ideas, nuestras experiencias. Otros dirían que la música es un fenómeno acústico, una combinación de frecuencias, ritmos y armonías. Pero quizás la respuesta más acertada sea que la música es ambas cosas: una emoción y un sonido. La música es el arte de combinar los sonidos de manera que produzcan una sensación placentera, conmovedora o divertida en el oyente. La música es también la forma en que percibimos esos sonidos, cómo los interpretamos, cómo los relacionamos con nuestro contexto y nuestra memoria.

La música tiene un gran poder sobre nuestras emociones. Según la psicología , la música puede influir en nuestro estado de ánimo, en nuestra motivación, en nuestra atención y en nuestra memoria. La música puede hacernos sentir felices, tristes, relajados, excitados o nostálgicos. La música puede evocar recuerdos, asociaciones o imágenes en nuestra mente. La música puede estimular nuestra creatividad, nuestra imaginación y nuestra inteligencia.

La música es mucho más que un simple sonido. La música es emoción, es arte, es cultura, es comunicación, es terapia. La música es vida. Así que no dudes en disfrutarla y en compartirla con los demás. Y recuerda: la vida sin música sería un error. La música es, en definitiva, una experiencia humana universal, que nos conecta con nosotros mismos y con los demás.

 

Al mal tiempo, buena música.

Para ganar hay que perder…

meta

Esta es una de las frases  más usadas en el mundo del deporte, los negocios y la vida en general. Pero, es una chaladura paranoica. ¿Qué significa realmente.? ¿Es cierto que para conseguir algo hay que sacrificar otra cosa.?

¿Qué implica perder?

Perder no es solo quedarse sin algo que queremos o que teníamos. Perder también es renunciar, cambiar, aprender, evolucionar. Perder implica asumir riesgos, enfrentarse a desafíos, salir de la zona de confort. Perder es una oportunidad para crecer, para mejorar, para superarse.

Pero eso no significa que para ganar haya que perder siempre, ni que perder sea algo malo. A veces, perder es solo cambiar, y cambiar puede ser bueno. Cuando perdemos algo, nos damos cuenta de lo que realmente valoramos, de lo que nos hace felices, de lo que nos motiva. Perder nos obliga a replantearnos nuestras metas, nuestras estrategias, nuestras actitudes. Perder nos abre los ojos a nuevas posibilidades, a nuevas experiencias.

Perder no es el final, sino el principio de algo nuevo.

¿Qué implica ganar?

Ganar no es solo obtener algo que deseamos o que nos beneficia. Ganar también es disfrutar, celebrar, compartir. Ganar implica esforzarse, perseverar, trabajar en equipo. Ganar es una recompensa por nuestro trabajo, por nuestra dedicación, por nuestra pasión.

Cuando ganamos algo, nos sentimos, satisfechos, realizados. Ganar nos confirma que somos capaces, que tenemos talento, que podemos lograr lo que nos proponemos. Ganar nos inspira a seguir adelante, a buscar nuevos retos.

Ganar no es el objetivo, sino el resultado de un proceso.

Resumiendo que es gerundio, perder para ganar no es una contradicción, sino una filosofía de vida. Una forma de entender el mundo y de enfrentarse a él con atrevimiento y determinación. Una manera de convertir los obstáculos en oportunidades y los problemas en soluciones.

Así que ya sabes: si quieres ganar, empieza por perder. Porque, aunque parezca contradictorio, a veces perder es la mejor forma de ganar.

 

Si no tienes opciones sobre cómo perder, si puedes elegir cómo volver y prepararte para ganar nuevamente.

Nunca segundas…

maquina escribir

Dicen los entendidos que nunca segundas partes fueron buenas, pero como he recibido bastantes correos felicitándome por la entrada anterior, he recopilado algunas más para pensar, meditar y sobre todo reír.

 

– Discutir conmigo mismo está bien, pero querer ganarme la pelea  es avaricia.

– Los judas modernos ni se arrepienten ni se ahorcan, son tan descarados que si se lo permites, vuelven a sentarse en tu mesa.

– Hoy la temperatura estará entre la mínima y la máxima, el viento soplará de un lado a otro y la noche será oscura.

– De los gatos aprendí a enterrar la mierda.

– A veces hay que destruir el hígado para sanar el corazón.

– Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de pedro.

– No hay amor más sincero que el amor a la comida.

– Hoy me comprometo a beber con moderación… Pero si moderación no viene, ya no es culpa mía.

– A todo esto,  ¿ quién es moderación y porque debería beber con ella. ?

– Ya sé que al alcohol me hace daño… Pero yo lo perdono.

– A falta de amor, otra cerveza, por favor.

– No hay bar que por bien no venga.

– Sigamos alcoholizándonos . Dios quiere corazones buenos, del hígado no ha dicho nada…

– El alcohol ni te crea ni te destruye, solo te transforma.

– No sé si comerme un helado de ron con pasas, o beberme un ron helado a ver que pasa.

– A veces el alcohol sirve para desinfectar la vida.

– Viernes social, sábado sexual, domingo familiar y lunes de resurrección.

– Qué bonito es estar loco y andar suelto.

– El mejor plan bla, bla, bla con glu, glu, glu.

– Disfruta de la vida. Hay mucho tiempo para estar muerto.

– La bida es vella  ( aun con errores)

– Necesito un retiro espiritual. En una finca con piscina, pista de baile y mucho alcohol… Solo para reflexionar!

– Lo que pasó tenía que pasar para que pasara lo que está pasando.

– Mi sueño más grande es el que me da después de comer.

– » Todo llega a su tiempo » Pero…  ¡ Maldito tiempo !  ¿ Viene de rodillas o qué. ?

– Hoy me portaré como un sol, me iré por la tardecita, y regresaré por la mañana.

– Al final al único que le importa que tengas buen corazón es al cardiólogo.

– Toda persona tiene derecho a ser estúpida, pero algunas abusan del privilegio.

– Cuando repartieron la paciencia, yo seguramente andaba en otra fila reclamando algo.

– La parte más difícil después de un fin de semana son los cinco primeros días.

– Una vez me hice el loco y hasta hoy nunca se me ha quitado.

– A esta altura de mi vida… Volverme  cuerdo sería una locura.

– La frase » Todos los hombres son iguales » Fue inventada por una mujer china que no encontraba a su esposo.

– Porque los chinos se empeñan en ponerle nombre a sus negocios, si nosotros siempre vamos a decir  » Voy al chino. «

– Cuando uno es todo terreno, lo que le sobran son caminos.

– No estoy para nadie… Promoción válida hasta que a mí me dé la gana.

– El que no es KEN que no pida  BARBIE.

– Me dijo  » Nunca vas a poder olvidarme » Y ya no recuerdo  quién me lo dijo.

– A la gente hay que dejarla hacer lo que le dé la gana. Pero no con uno.

– Tu saldo es insuficiente para llamar mi atención.

– El éxito no es para siempre y el fracaso tampoco es definitivo.

– No busques cuentos con final feliz, busca ser feliz sin tanto cuento.

– Cuenta la leyenda que yo antes salía todos los fines de semana.

– Parezco un cubo de rubik. Mientras arreglo un lado de mi vida, se me desmadra el otro.

-Amigo es el que te ve caído y te dice levántate que todavía queda media caja.

– El cuerpo está compuesto por un 70 % de agua. Así que tranquilo, no estás gordo, estás inundado.

– Hay cosas que son difíciles de esconder… Por ejemplo:  LA PANZA.

– Sancho Panza era gordo por comer concervantes.

– La vida comienza a los 50, lo anterior es solamente práctica.

– Estoy como la tabla del uno… Todo me da igual.

– Tú eres así? O te dan apagones cerebrales!

– Me dijeron hable ahora o calle para siempre… Y escogí la calle para siempre.

– He hecho una güija encima de la lavadora y se han puesto en contacto conmigo tres calcetines.

– Mi secreto para que el arroz quede en su punto exacto, es dejar que lo haga alguien que sepa.

– No me importa si voy al cielo o al infierno, en los dos lados tengo amigos.

– Vivimos en un país raro. La clase obrera no tiene obras. La clase media no tiene medios. La clase alta no tiene clase.

-Me he tenido que poner a fumar en IKEA para que me echaran… No encontraba la salida.

-Vive…Vive… Vive Y si algo no te gusta cámbialo. Y si algo te da miedo, supéralo. Y si algo te enamora, agárralo.

 

Y para terminar, hoy como a mesa y mantel, yo pongo la mesa y también el mantel.

 

Posdata como decían los inimitables Tip y Coll, la semana que viene seguiremos hablando del Gobierno.